A ORILLAS DEL SELLA:
LA RUTA DEL SALMÓN EN BICICLETA DE MONTAÑA
Es una agradable sorpresa, en una época de desarrollo desmedido de vías de comunicación, que se conserven y sobre todo que se puedan usar de nuevo, antiguos caminos que hacían su servicio entre los distintos pueblos de una zona y que habían perdido su función ancestral. Es el caso del antiguo camino que discurre por la margen izquierda del río sella y que comunicaba distintos pueblo situados en ese lado: Soto de Degu, Avalle, Santianes … .
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Serpentea el camino sobre las aguas del Sella abriéndose paso entre prados y bosques de ribera, mostrando a tramos retales de su antigua fábrica de cantos rodados por los que transitaban paisanos y caballerías. En algunos sitios, donde la frondosa vegetación nos da un respiro, nos deleitaremos con las pozas de aguas cristalinas que se van sucediendo a lo largo del río.
Río Sella y su vegetación de ribera
La ruta comienza en Cangas de Onís, pero merece la pena pedalear río abajo por la margen derecha hasta el bonito pueblo de Villanueva, donde podremos admirar el antiguo monasterio de S. Pedro, hoy Parador Nacional de Turismo y su preciosa iglesia románica. Los monjes de este monasterio fueron durante siglos amos y señores de estas tierras y sus frutos, como el salmón, el verdadero protagonista de este río.
Remontando el cauce y ya dejado atrás Cangas de Onís, podremos encontrarnos cara a cara con este enorme pez en la presa de Cañu, donde, desde la altura del camino, se pueden observar grupos de salmones descansando a la espera de una pequeña crecida para seguir remontando el río. No es nuestro caso pues la ruta no ofrece desniveles importantes, tan solo algunos puntos con el firme complicado que puede obligarnos a echar el pie a tierra durante unos segundos.
Por el puente colgante de Los Estayos, podremos cruzar el río para hacerle una pequeña vista al cristalino río Dobra, cuyas aguas vierten en este punto al Sella.
El río Sella desde la pasarela de Los Estayos
Ya solo queda el retorno por el mismo camino, sin prisas, ideal para aprovechar y darse un refrescante baño en algún de los lugares que hemos visto cuando subíamos.